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La Gran Depresión del Siglo XXI. La geopolítica y el lugar de América Latina.


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“Pienso que las instituciones bancarias son más peligrosas para nuestras libertades que ejércitos enteros listos para el combate. Si el pueblo Americano permite un día que los bancos privados controlen su moneda, los bancos y todas las instituciones que florecerán en torno a los bancos, privaran a la gente de toda posesión, primero por medio de la inflación, enseguida por la recesión, hasta el día en que sus hijos se despertarán sin casa y sin techo, sobre la tierra que sus padres conquistaron”.

THOMAS JEFFERSON (1802)

Por Antonio Jarquín T y Wim Dierckxsens.

Observador Juvenil/ABP El Salvador.

La crisis como amenaza y oportunidad

Nos encontramos hoy en día en la Gran Depresión del Siglo XXI que puede conllevar al colapso del capitalismo y al cambio de la civilización como la hemos conocido hasta ahora. El proceso se caracteriza por varias fases interconectadas. La primera fase es la crisis del sistema financiero, en plena marcha desde julio de 2007. La segunda fase, es el derrumbe de la economía real y la consecuente recesión internacional, profunda y duradera que se sintió más claro a partir del 2008, con posibilidades claras de convertirse en depresión de largo plazo. La tercera fase está por darse todavía: Nos referimos a la crisis de credibilidad generalizada al colapsar el sistema financiero y monetario internacional. Con ello hay crisis en la creencia imperante en «nuestra forma de vida escogida y globalizada». Hay una cuarta fase que se inscribe en el terreno militar, en un mundo en el que a diferencia de la primer y segunda guerras mundiales, las bombas son de plutonio radioactivo cuya vida media de degradación es de 25 mil años, mas otras armas de destrucción masiva. Los arsenales del primer mundo están repletos de modernas armas convencionales, nucleares, químicas y bacteriológicas, las primeras con capacidad para envenenar el planeta y las últimas con capacidad para desencadenar epidemias o pandemias de alto nivel destructivo, con capacidad de desarticular movimientos sociales y/o gobiernos (‘rogue states’) con efectos letales masivos incluso a nivel global.

Esta crisis coincide y es reforzada por la convergencia a nivel global y como nunca antes en la historia, de múltiples crisis: Financiera, de credibilidad en las instituciones, ecológica, alimentaria, energética, del estado, de gobernabilidad, de la economía real, de procesos migratorios, militar, hay una crisis de confrontación ideológica, de culturas, religiones y fundamentalismos, de xenofobia y racismo, crisis de agotamiento de recursos fósiles y minerales, de pánico y desconfianza en el sistema entre muchas otras, en un contexto de otro gran peligro determinado por el cambio climático y el calentamiento global en progreso, todo lo cual amenaza con rediseñar la geografía e historia física y humana a nivel planetario. Es por ello que nos atrevemos a caracterizar a esta crisis y a esta depresión del Siglo XXI, mas allá de ser una crisis sistémica y estructural del capitalismo, además como la primera gran crisis de la civilización, sin precedentes en la historia moderna.

Ante tal situación, hace falta más que nunca una acción de emergencia concertada, reivindicando el bien común y la seguridad común a nivel planetario, a partir de una práctica y ética solidaria para la sobrevivencia, mas allá de las diferencias de nacionalidades, colores, lenguas, razas, ideologías, religiones, intereses económicos o políticos etc. para enfrentar el peligro, construir un mundo diferente y asegurar la continuidad de la especie humana en mejores condiciones. Será la comprensión de la magnitud del problema más la solidaridad entre los pueblos, lo que probablemente nos conducirá a construir la transición hacia una sociedad poscapitalista reconstruida sobre los aciertos y errores del pasado. Cuando en medio de una crisis de civilización este mundo resulta inviable, la voz del Foro Social Mundial (FSM) de “Otro Mundo es Posible” ya queda corta, pues, “Otro Mundo resulta Necesario”. Este Foro en su novena edición en 2009 en Belém, Brasil, opacó a la política del “salvase quien pueda” que imperó en el Foro Económico Mundial (FEM) de los más poderosos del mundo que suelen reunirse anualmente en Davos, Suiza. La ausencia este año de los banqueros de Wall Street y de la nueva administración de EEUU bajo la presidencia de Obama, contrastó con la presencia de cinco presidentes latinoamericanos en el Foro Social Mundial.

En el FEM (Davos) presenciamos más síntomas de esa ideología del “salvase quien pueda”. La fuerte caída de las exportaciones a nivel internacional es síntoma de un creciente proteccionismo. Cada país busca salvar su economía. Tarde o temprano se revelará que con esa política nadie se salvará y esta vez ni el propio régimen capitalista de producción. De ahí que podamos hablar de una crisis sistémica. El propio sistema capitalista como tal está por colapsar y es cosa de tiempo. Un hecho pertinente es que hoy en día hay pérdida de confianza cada vez más generalizada en el dinero en general y en el dólar en particular. Esta es la moneda internacional que a partir de Breton Woods y particularmente luego bajo el gobierno de Nixon en 1971, sustituyó al oro como respaldo y referencia de valor de las monedas. Lo anterior ha permitido a EEUU vivir a expensas del mundo entero. El peligro actual es que se hunde el dólar y con ello arrastrará a las demás monedas con la consecuencia del hundimiento de todo el sistema monetario internacional. Esto hoy es una posibilidad real y es motivo de pánico especialmente en el mundo de los banqueros. En esencia, los lazos sociales basados en la confianza en el dinero dejan de ser creíbles y los mismos pueden colapsar en cualquier momento.

Los banqueros y el sistema financiero del primer mundo, sobre todo de Estados Unidos, crearon en las últimas décadas una enorme estructura parasitaria. A partir de un crédito sin límite se generó una gran masa monetaria y de valores ficticios imprimiendo dinero y valores sin respaldo que a menudo exportaron, contaminando los mercados globales y creando burbujas. Hacia fines de 2007 finalmente comenzaron a estallar las burbujas y en primer lugar en el sector inmobiliario pero también en el mercado de los productos derivados y otros. Esta masa de valor ficticio es hoy bien superior al Producto Bruto Mundial y creció exponencialmente a partir de los años 90. (Lea a J. Beinstein- 7 Rostros de la Crisis -www.observatoriocrisis.org. fig No 1). Se trata en realidad de una GRAN ESTAFA a la humanidad. Algo simplemente imposible de resolver sin una catástrofe económica y financiera global, más un costo humano incalculable.

Figura No 1

Según el Banco de Basilea, a mediados del año 2000 los productos derivados (rojo) representaban aproximadamente el doble del Producto Bruto Mundial, a mediados de 2006 eran ocho veces superiores, y diez veces un año después: sumaban unos 510 billones (millones de millones) de dólares. Si agregamos el empapelamiento (acciones, deudas públicas, impresiones de dinero sin respaldo, deudas ficticias etc.), serían unos 1000 billones de dólares 20 veces el Producto Bruto Mundial. (J.Beinstein).

La actual crisis se venía anunciando desde hace más de una década por diferentes miembros del Observatorio Internacional de la Crisis entre otros, pero que a partir de los grandes medios de comunicación era ocultada a los ojos de la población mundial. Conforme se observa en el gráfico 2, desde los años cincuenta hay una brecha que se ensancha entre los ingresos totales de Estados Unidos y su creciente endeudamiento por todos los conceptos. Para el año 1973 observamos que ante un ingreso de 5 billones de dólares había una deuda de 10 billones, o sea, el doble. En el año 2006 esa deuda creció a 50 billones de dólares frente a un ingreso de 10 billones, o sea el quíntuple. Hace tiempos se podía ver que era algo realmente insostenible. (Ver grafica No 2)

Gráfica No 2: Deuda Total vs. Ingreso total de USA por todos los conceptos

El endeudamiento y el crédito sin límite generan como tendencia la caída del dólar. En los próximos dos gráficos mostramos la evolución de esa caída del dólar, tendencia que se observa a partir de la segunda mitad de los años ochenta cuando la deuda norteamericana se dispara. Una segunda caída se observa después (del 11 de septiembre) de 2001 a partir de cuándo se dispara el crédito en general y el crédito hipotecario en particular. Lo anterior para contrarrestar las consecuencias del estallido de la burbuja bursátil entre 2000 y 2001. La consecuente progresiva caída del dólar amenaza con arrastrar a las demás monedas del mundo y de continuar podría eventualmente derrumbar el sistema monetario internacional (Ver gráficas No 3 y 4). El debilitamiento de la moneda de Estados Unidos también se refleja en el incremento del precio del oro en casi cuatro veces, pasando de 250 dólares la onza a principios de la década a casi 1000 dólares en el 2008, con tendencia a subir más. (Ver grafica No. 7)

Gráfico 2

Grafico 3

Grafica 4: La tendencia en la caída del dólar se acentuó a partir del 2002

¿Qué dice el oro sobre las acciones de los bancos desde Agosto 08?

El precio del oro nos dice que los Bancos Centrales han fallado esta vez. La política neoliberal con los banqueros, las grandes transnacionales, las elites que hoy controlan el capital y los gobiernos del primer mundo, llevaron al clímax el predominio del capital especulativo improductivo y “ficticio” por encima del capital productivo. Con la acumulación de las ganancias ficticias en más capital especulativo, el dinero es cada vez menos la expresión de riqueza en términos de valor «real». Con la crisis actual este castillo de naipes se desploma y las pérdidas financieras saltan a la vista. Existe el riesgo real de una pérdida de fe en la moneda y con ello se pierde también la fe en toda la economía de mercado. Sin esta fe, se acaba todo. Esta fe, sin embargo, aún está por perderse. Las potencias occidentales en apariencia adoptaron en la G20 una salida alternativa con Rusia, China, India y Brasil para buscar como salvar al mundo de forma conjunta con nuevas reglas del juego. Hablaron hasta de un nuevo Bretton Woods. En esencia trataron de salvar al capital financiero de Occidente a costa de todo. En nuestra opinión posponen la profundidad de la crisis a escala mundial sin salir de la misma. Son los banqueros que buscan salvarse a costa de todo y podrán arrastrar al mundo entero a situaciones mucho más críticas. Más pronto que tarde se manifestará la profundidad de la crisis, cuando las potencias buscarán en vano nuevas respuestas. Cuando las políticas de aparente consenso que busca la administración Obama no den resultado, presenciaremos un escenario diferente: el colapso del sistema financiero internacional.

La gravedad de esta crisis eventual no se escapa a los líderes del imperio. Con lo que ocurrió en el 2008 en Georgia y luego en Gaza, el conflicto con Irán, Corea, China / Taiwán, OTAN /Rusia, India/Pakistán y otros, más bien parece que ante el inminente colapso financiero y monetario, se mueven las piezas de ajedrez en Occidente para preparar otro conflicto de mayor envergadura que podría incluso crecer a nivel mundial, como último recurso para salvar a Occidente. Sea un escenario u otro, lo que se anuncia es el hundimiento del modo vivendi occidental en general y el de EEUU en particular.

La reunión de Abril 09 del G20 en Londres

La reunión del G20 en abril de 2009 en Inglaterra, no tocó los problemas de fondo de la crisis. Más allá de tratar de tranquilizar a los mercados y los llamados a la unidad de Obama y demás líderes para restaurar la fe y la confianza perdidas, ha sido no más que un retoque a la vieja estructura financiera que ha probado no ser más viable sin profundas transformaciones. Los mecanismos de control de los países ricos sobre los países pobres (FMI, BM. OMC) desacreditados y cómplices de la crisis no han sido tocados y más bien unos como el FMI se vieron fortalecidos. Las mismas han operado en beneficio del capital financiero occidental. Las medidas no tenían nada que ver con un nuevo Bretton Woods. En opinión de Walden Bello (Filipinas) “La Conferencia de Bretton Woods creó nuevas instituciones multilaterales y nuevas normas para gestionar el mundo de posguerra. El G-20 busca reciclar instituciones fracasadas”, “El FMI ha fallado en sus prescripciones de política económica”, “La respuesta del Norte a la crisis pasa por revivir instituciones fosilizadas”… “La actual tripulación capitalista al mando de la economía global ignora si los métodos keynesianos pueden reflotar la vida económica planetaria”… (Reunión del G20 en Londres. Abril 09-www.observartoriocrisis.org)

A partir del G20, el sistema continúa bajo control de banqueros, grandes corporaciones y el complejo militar industrial que constituyen la punta de lanza de un ente basado en el “fundamentalismo” del dinero, la ganancia a cualquier costo. Parapetados tras la estructura de poder de los países dominantes, persiguen un nuevo sistema integrado por una especie de gobierno mundial en la sombras dirigido por sus élites, con mecanismos verticales, autoritarios y militares dispuestos a imponerse por la fuerza, de ahí la doctrina del “ataque preventivo” de G.W.Bush para preservar sus intereses. No podemos descartar una nueva forma de neo fascismo a nivel planetario. El Gral Leonid Ivashov- Ex jefe de las Fuerzas Armadas de Rusia -Moscu 11 de Marzo 09 – (Red Voltaire) ha dicho al respecto: “La esencia de la crisis se manifiesta en la lucha de las grandes potencias para tomar el control de los recursos del planeta”… “el terrorismo favorece la realización de los objetivos de dominación mundial” … “No constituye por sí mismo un actor de la política mundial sino un simple instrumento, el medio para instaurar un nuevo orden unipolar con un centro de mando mundial único,” … “Teniendo como medio para lograrlo la realización de golpes preventivos contra cualquier país”… “No habrá escrúpulos a la hora de determinar los medios a emplear para responder a un ataque. Sólo será cuestión de escoger los medios”.

En Opinión de Karl Müller (Suiza marzo 2009) habla aún más claro: “Los miembros de la altas finanzas no tienen preferencia por determinado régimen político. Lo importante es acrecentar sus ganancias. Lo hicieron bajo el capitalismo, el comunismo de la Unión Soviética, el fascismo y el nacional socialismo. No es sorprendente pues que haya nacido un instrumento de dominación centralista violento, que interfiere los derechos individuales, autoritario, que acapara las estructuras de los Estados y que abusa de ellas para hacer creer a los pueblos que se ocupan de sus intereses, cuando en realidad se trata de los intereses de unas pocas personas. Es lo contrario de un Estado de derecho y de un Estado social liberal y democrático”.

Ante semejante escenario, la guerra permanente como principio y la guerra a gran escala –incluidas armas de destrucción masiva- aparecen como los principales peligros. La humanidad misma está en peligro. Ante ello, la seguridad mundial demanda y la sobrevivencia de la propia humanidad demandan que el Complejo Militar Industrial se transforme en un “Complejo Industrial para la Cooperación Internacional y la Paz”. Para ello se requiere de un nuevo orden internacional respetuoso y justo, en un proceso de construcción que requeriría de décadas, pero que significaría un cambio radical para la seguridad de todos los seres humanos en el siglo 21. Este debate debe impulsarse y su fuerza descansa en el desarrollo de una sociedad civil mundial activa, organizada, cada vez mas consciente de sus derechos y de los peligros para la raza humana, a fin de contener a la pequeña élite que ha venido empujando al mundo a una catástrofe global

La inevitable Gran Depresión del Siglo XXI y la amenaza de guerra

Lo que está realmente en juego ante la Gran Depresión del siglo XXI es la perspectiva de guerra de EEUU a escala internacional. ¿Por qué lo vemos así? Porque tal salida no sería algo nuevo. EE.UU. escapó de la depresión de los años noventa del Siglo XIX con la Guerra Hispano-Estadounidense. Escapó a la Gran Depresión de los años treinta del siglo XX con la Segunda Guerra Mundial. Incluso hubo una recesión al finalizar la Segunda Guerra Mundial que desembocó en la Guerra de Corea. Al existir actualmente el riesgo de una depresión aún más importante, enfrentamos hoy de nuevo el peligro de otra gran guerra. Aunque no esté en la agenda inmediata del presidente Obama, la pregunta es si va poder evitarla. Ante la Gran Depresión del siglo XXI, el nuevo presidente de EEUU estará, en nuestra opinión, con las manos relativamente atadas. Hay dos cosas importantes que limitarán a Obama para formular sus políticas propias: En primer lugar están los rescates financieros billionarios que no surtirán real efecto. En segundo lugar están los avanzados preparativos para la ley marcial en los propios EEUU como preparativos de un escenario de guerra mucho mayor. Con muy malas intenciones, el ex vicepresidente de EEUU Dick Cheney anunció el 3 de febrero de 2009 que es muy probable un nuevo 11 de septiembre durante la administración Obama. Es una forma de advertir a Obama para que tome decisiones que de otra forma tendría que tomar con un nuevo atentado orquestado desde adentro (Vea, Jim VandeHei, “Cheney warns of new attacks”). Algunos analistas hacen ya conjeturas alrededor de la gripe porcina como elemento desmovilizador de las esperables protestas al interior de Estados Unidos, bloqueo a la inmigración y fomentar la xenofobia y el nacionalismo muy convenientes para las políticas proteccionistas.

En cuanto a la desmovilización popular al interior de EEUU, señalamos que durante la administración Bush ha habido un movimiento continuo en la dirección de preparativos para la ley marcial en esa nación. Esta tendencia ha sido tan continua como no anunciada. En otras palabras, hay y habrá un incremento del uso de la guardia nacional y del propio ejército de EE.UU. para controlar las crecientes protestas del pueblo estadounidense que se esperan en un entorno de crisis y desempleo que conllevaría una depresión prolongada. Hacia afuera tenemos la política de la administración Obama de enviar 20.000 soldados más a Afganistán para “terminar” dicha guerra. La misma tendrá las consecuencias predecibles de una guerra ampliada al involucrar a otros países como Pakistán e irá aún más allá (Vea, Peter Dale Scott “El peligro de otra gran guerra para enfrentar la depresión”, en http://www.globalresearch.ca).

He ahí el motivo de buscar un nuevo Pearl Harbour entre fines de 2008 y principios de 2009. Lo que pasó en Gaza, no fue aparentemente solo una operación militar táctica de Israel, sino una decisión estratégica de parte de la alianza anglo-americana que lo apoya incondicionalmente y cuyo objetivo último habría sido una guerra más ampliada involucrando a Irán. Lo que se esperaba quizás del bombardeo masivo y la incursión militar en las ciudades de Gaza era que el costo humano en víctimas entre la población civil fuese tal, que Irán se sintiera obligada a apoyar a Hamas en el conflicto. Un tal escenario es exactamente la respuesta que la alianza anglo-americana estaba esperando para justificar una guerra contra Irán y la que han estado planificando desde hace años. Sin embargo, resultó ser un juego peligroso que desembocó en su contrario. En la opinión de Muriel Mirak-Weissbach en su artículo “The Target is Iran: Israel’s Latest Gamble May Backfire” ( http://www.globalresearch.ca), era probable que Irán no caería en la trampa y el genocidio sin límite efectivamente desacreditó a Israel de tal forma que las actitudes pro israelitas en Europa e incluso en EEUU cambiaron en manifestaciones y acciones políticas en su contra. En este sentido han sido signo de gran esperanza las manifestaciones multitudinarias en el mundo entero a principios de enero de 2009. Estas se tornan más difíciles con la pandemia que se extiende por el mundo, de ahí las sospechas de que sea parte de un escenario de guerra más complejo.

Rusia aparentemente se sintió amenazada con la invasión y el genocidio en Gaza. Aunque las noticias oficiales no lo señalarán es bien probable que el conflicto de gas entre Rusia y Ucrania estuviera en relación directa con lo que sucedió en la franja de Gaza. El recorte de gas a la Unión Europea vía Ucrania bien puede haber sido una forma de presionar al viejo continente para parar a Israel. Al cortar el gas en pleno invierno bravo, inmediatamente se logró un cese de fuego que Israel luego desestimó. Al continuar el genocidio, Rusia declaró nulo el acuerdo sobre el gas entre la UE, Ucrania y Rusia. La alta diplomacia internacional sin duda entendió el mensaje: Hay que presionar a Israel o sino no habrá gas para la UE.

A partir de lo anterior surge otra pregunta. ¿Hay motivos para pensar entonces en una guerra de mayor envergadura detrás de este escenario genocida en Gaza que gozó el pleno apoyo de la administración Bush? Según Francis Boyle en su artículo “An Israeli War Crimes Tribunal may be the only deterrent to a global war” (www.globalresearch.ca ) estima posible que después de desarticular a Hamas, Israel se sentiría con las manos libres para ir a la guerra contra Siria. En tal caso se espera que Irán viniera en defensa de Siria. Un tal escenario es precisamente el que está esperando la administración estadounidense para declarar la guerra a Irán. A partir de ahí se podrían incorporar al conflicto Rusia y China, los verdaderos contrincantes de EEUU. Estimamos que de esta forma la administración Bush junto con Israel dejaron así una herencia bélica para Obama, así como dejaron a Kennedy enredado con la crisis cubana. Francis Boyle no es el único que señala este riesgo, y hay cada vez más analistas que lo ven como respuesta probable a la desesperada crisis financiera del imperio que no tiene precedente en la historia del capitalismo.

¿Hay indicios claros para la preparación de una guerra desde Israel? La Oficina Presupuestaria del Congreso de Estados Unidos estima que el déficit presupuestario de 2009 será de 1,2 billones de dólares, lo que representará algo más del 9% de PIB estadounidense. Un fuerte aumento del gasto militar es parte del mismo. Para la administración Obama se trata de una carga impresionante que asumió a partir del día de su toma de posesión y que para el resto del mundo representa un aviso de gran trascendencia. Matthias Chang estima correctamente que cuando la mera sobrevivencia de una potencia está en juego debido a una honda crisis financiera y el colapso de su moneda sea una real posibilidad, esa nación se prepara para la guerra como recurso último. En la opinión de Chang, la economía financiera con sus principales centros en Nueva York y Londres se encuentra en una situación desesperante ya que el dólar está a punto de colapsar. Para ir a la guerra, sin embargo, la economía de EEUU dependerá más que nunca de las reservas internacionales mundiales para poder endeudarse con más de un billón (un millón de millones) de dólares al año al tiempo que se les está acabando el crédito.

El estallido de la burbuja de los Bonos del Tesoro: una bomba de tiempo

Desde el mes de septiembre de 2008, las reservas internacionales a nivel mundial ya no están aumentando. Con ello se agota la capacidad de un mayor endeudamiento de EEUU. La máquina de impresión de dólares sin respaldo actualmente está trabajando sin parar. La gravedad del momento lo muestra el hecho de que sólo en los tres últimos meses de 2008 Estados Unidos haya emitido nuevos billetes por valor de unos 600.000 millones de dólares. Mientras que la situación empeore y la deuda pública y privada (que ya representan el 60% y el 360% del PIB estadounidense respectivamente) siga creciendo, Estados Unidos no hará otra cosa que externalizar o exportar su costo sobre el resto del mundo y seguir procurando que su deuda la paguen los demás países, la clase media y los más pobres de su nación.

El mundo de las finanzas pronostica el estallido de una nueva burbuja. Según Rosenberg, “la demanda de bonos del Tesoro alcanza ya la fase de una nueva burbuja, como la de las acciones de las firmas tecnológicas en 2000 y los bienes raíces en 2006”. El tema es analizado por el «Financial Times» (de Londres, Inglaterra, Reino Unido), cuando considera que si el dólar (estadounidense) empieza a ser castigado ante el riesgo de cesación de pagos por parte de Estados Unidos, la amenaza de pérdida de valor de lo invertido traería inevitablemente de la mano una brusca liquidación de posiciones. Sólo para este año se anticipa una emisión de deuda de dos billones de dólares sin compradores a la vista. Cualquier éxodo que se produzca actualmente podría detonar ventas inmediatas y generalizadas. No importa quién venda primero, si son “extranjeros o locales», existe para el año 2009 el riesgo significativo de una brusca pérdida de confianza en la deuda del gobierno de Estados Unidos, y que entonces todo el mundo salga corriendo a la puerta al mismo tiempo a vender.

Tan monumental es la deuda (Juan Torres López, “Papel mojado”, en http://www.rebelion.org ) que se comienza a plantear, por ejemplo, hasta la posibilidad de condonar la deuda estadounidense en aras de mantener el dólar como moneda internacional. Ahí está el lobby de los diplomáticos de la actual administración Obama con Madame Clinton en primera línea. No es muy probable esta salida. También se ha llegado a especular con la creación de una nueva divisa estadounidense que supondría una verdadera operación de “mesa limpia” en la economía mundial ante un dólar en vías de convertirse en papel higiénico que carece de todo valor.

¿Cómo se vislumbra el futuro del dólar? Bajo condiciones normales la Reserva Federal imprime dinero (dólares) basado en la venta de Bonos del Estado que el Tesoro de Estado ofrece a los inversores de manera que puede girar cheques a la Reserva Federal para que la última pueda imprimir moneda. Si la Reserva Federal compra los Bonos del Tesoro y con ello obtiene posibilidad de imprimir dinero que acaba de pagar, estamos hablando de fraude. Si la Reserva Federal lo hace implica que están desesperados ya que no hay compradores de bonos. Desde fines de 2008 China ni nadie están interesados en comprar bonos del Tesoro de EEUU. (Vea, James West “U.S. Debt Default, Dollar Collapse”, en http://www.financialsense.com. El 13 de marzo de 2009 el primer ministro chino Wen advertía a EEUU de no devaluar el dólar al aumentar descontroladamente el gasto público con dinero sin respaldo, devaluando el dólar y con ello depreciando los bonos del Tesoro en su posesión. Al mismo tiempo señaló que en la cumbre del G20 estaría más inclinado a ayudar a los países más pobres: (Vea, Joe MacDonald, “China ´worried´about US Treasury holdings”; Yahoo! News). Posteriormente el ministro Chino sugirió (marzo 09) la creación de una nueva moneda internacional y el presidente Obama ha respondido que no lo encuentra necesario. Esta idea surgió nuevamente en boca del representante Ruso en la cumbre del G20 (Londres Abril 09). Todo indica que el dólar está en sus últimas.

Normalmente, al imprimir billetes sin respaldo, el dólar tendería a la baja. Sin embargo, el dólar a partir de la crisis crediticia más bien gana posición en el mercado. ¿Cómo se explica esto?… Pues bien, durante la crisis crediticia ni los bancos confían los unos a los otros. El resultado es que cuesta conseguir crédito y esto golpea la economía real. En tal coyuntura todo el mundo busca cash. Como el cash universal se consigue en dólares, hay demanda de billetes verdes, aunque estos pierdan respaldo y con ello valor. Es cuestión de tiempo para que el dólar colapse. Con ello, la base de toda confianza en el sistema monetario objetivamente queda minada. Sin un respaldo como el oro por ejemplo, el respaldo es la “fe». Si se pierde la fe, todo colapsará.

La compra de bonos por la propia Reserva Federal opera en este contexto como una bomba de tiempo: En cualquier momento explotará. El mayor riesgo es que la Reserva Federal esté engañando a los inversores, llevándolos a la mayor burbuja de todos los tiempos. Conforme crece el fraude, habrá cada vez más desconfianza en los instrumentos de la deuda y el precio del oro o la plata subirán. El grado en que haya presión alcista en el precio del oro y la plata, es directamente proporcional al sentimiento negativo hacia los instrumentos de deuda de EEUU. James West (“Dollars, Gold, and soon – Intelligent Life”, en http://www.financialsense.com), estima posible una alza del oro a $1.500 la onza en un futuro no lejano. La misma sería la expresión de una pérdida de confianza completa en el dólar y con ello en el sistema monetario internacional. Será un desastre, pero no hay mal que por bien no venga. La falta de fe en el dinero de manera más generalizada, podría ser el advenimiento de una vida más inteligente y más sensata en la tierra, afirma con certeza West.
Con el peligro de una nueva guerra de mayor envergadura, el dólar puede otra vez fortalecerse. A partir de amenazas de guerra, como en Georgia y recientemente en Gaza el dólar se apreciaba y las otras monedas y sobre todo el Euro perdían terreno. El capital especulativo, con Georges Soros (cercano asesor del candidato demócrata de EEUU Barack Obama), en primera línea, tenía una nueva cancha especulativa. A especuladores como Soros parece no temblarles la mano para hacer fortuna con amenaza de nuevas guerras aunque estas impliquen el riesgo de un conflicto de envergadura mundial. Hace tiempos Soros preparaba el terreno en Georgia brindando sus asesorías. Así como el precio del petróleo ascendía cuando el dólar se devaluaba, de la misma forma baja el precio del oro negro cuando el billete verde se aprecia. Con cada amenaza de guerra bajaba también el euro frente al dólar ya que EEUU se revela como puerto más seguro ante una amenaza de guerra con Eurasia como escenario principal.

Una eventual guerra a escala mundial significa una amenaza más inmediata para la zona del Euro ya que Europa se transformaría en una región de mayor riesgo para la inversión. La zona del dólar (incluyendo Gran Bretaña) se vislumbrarían, en cambio, como una región más segura para el capital. El resultado inmediato de una amenaza de guerra ha sido una creciente fuga de capital de la zona europea en general y desde Rusia en particular en beneficio del dólar. (Vea, Ellen Brown, “Watch the Dog: how to conceal massive economic collapses” en http://www.globalresearch.ca ).

Con una amenaza de guerra preferiblemente en el entorno de los contrincantes de EEUU, aumenta la demanda de dólares y se amortigua la hiperinflación en EEUU. La última hubiese sido el resultado lógico de la creación masiva de dinero sin respaldo para realizar el rescate multimillonario del sistema bancario y financiero. He ahí el motivo del nuevo Pearl Harbour desde fines de 2008 cuando se vislumbra precisamente la Gran Depresión del siglo XXI. Lo que pasó en Gaza, entonces, no parece ser solo una operación militar táctica de Israel, sino una decisión estratégica de parte de la alianza anglo-americana que lo apoya incondicionalmente y cuyo objetivo último es una guerra más ampliada involucrando a Irán e incluso más allá: China y Rusia.

Crisis, Militarismo, Complejo Militar Industrial y Hegemonía Global

La ampliación de la presencia militar norteamericana al sur este de China, debe ser percibido por este país como parte del cerco estratégico de Estados Unidos, en el marco de búsqueda del control total de Asia, la fragmentación de sus principales rivales Rusia y China, el control de las riquezas del mar Caspio, Asia central y Siberia (grandes reservas de la humanidad). Uno de los objetivos es obstruir las posibilidades de mejorar las relaciones y cooperación entre Europa con Rusia y Asia, vitalmente contrarias a los intereses de hegemonía global y control unipolar y unilateral de Estados Unidos. “Zbigniew Brzezinski , ex consejero de Carter y Bajo David Rokefeller Inspirador de la Comisión Trilateral USA, Europa, Japón, recomendó debilitar y acorralar militarmente a Rusia, desestabilizar sus fronteras, definiendo como imperativo absoluto de la supervivencia de USA la conquista de Eurasia. Su «plan para Europa» defiende la extensión de la OTAN hacia el Este y el cerco militar a Rusia. Para Brzezinski Cerebro del programa demócrata, la estrategia es la subordinación de Rusia, Europa y resto de Asia a la hegemonía de Estados Unidos” (Vea Voltairenet.org “La monstruosa estrategia para destruir Rusia” por Arthur Lepic)
Una señal a atender es el crecimiento de las inversiones militares de USA a pesar del fin de la guerra fría (Vea gráfico 8). Lo anterior sugiere que las élites de occidente conscientes de la acumulación de contradicciones y desajustes económicos y financieros, se han venido preparando por décadas para una serie de guerras o una gran guerra que asegure su control y dominio absolutos a nivel planetario. Para el 2005, el Departamento de Defensa reportó 737 bases militares de Estados unidos en el extranjero. Un cálculo aproximado del número total de estas bases puede girar alrededor de 1000 (Vea Chalmers Johnson, Nemesis. New York – 19 Nov 08 http://www.americanempireproject.com). Desde los atentados del 11 de Septiembre, Estados Unidos ha instalado mas bases militares en Afganistán, Pakistán, Kyrgyzstán, Uzbekistán y Tayikistán, así como también en Kuwait, Qatar, Turquia y Bulgaria. Tiene bases militares en unos 60 países. (US Military expenditures-Wilkipedia). (Ver mapa fig 10)

La Grafica No 8 muestra el mayor gasto militar de la historia.

Gráfica No 8

Otra señal es el posicionamiento de tropas y bases militares que Estados Unidos ha venido construyendo alrededor del mundo. ( Ver figura No. 9)

FIGURA 9 US Military bases deployed in the world

Source: (The American Empire -WordPress.com weblog) –

Figura 10 .- MAPA MEDIO ORIENTE

Dentro de Estados Unidos hay al menos 48 grandes bases militares, 62 navales, 16 de marines, 14 de guarda costas, 67 bases aéreas y varios miles de facilidades militares menores. Para el año 2005, Estados Unidos contaba ya con 13 fuerzas de tarea navales, cada una con el poder para confrontar a cualquier otro ejercito del planeta. Estados Unidos cuenta con el mayor poderío militar de la historia, sin embargo, no tiene la liquidez sana para usarlo. En opinión del Prof. Michael Hudson, el superávit de dólares es lo que financia los gastos militares compulsivos de Estados Unidos, construido dentro del sistema financiero global. Este país genera déficit fiscal que vende a los bancos centrales de los demás países, estos no tienen más opción que comprar billetes verdes o bonos del tesoro con lo cual Estados Unidos ha venido financiando sus gastos militares y una enorme red de bases por todo el mundo. Con este sistema de crédito con bonos y deuda, el país paga los gastos del Complejo Militar Industrial.” (Ver Economic Meltdown: The Dollar Glut is what Finances America Military Build-up –G. Research –March 29, 2009)
Las masivas inversiones militares improductivas que costaron a la Unión Soviética su desmembración y desaparición, cuestan hoy a Estados Unidos el presente hundimiento económico y financiero de ese país y global. El costo por el accionar “libre” de las élites parasitarias sobre todo en Estados Unidos pero también en Europa ha sido hundir su propia economía, arrastrar a la economía mundial, dañar la calidad de vida de su propia población y la del resto del mundo. Los exorbitantes gastos militares improductivos dieron como resultado un crecimiento negativo de su economía sin capacidad de conseguir crédito de todo el mundo. Lo anterior costó a la ex URSS su fragmentación. El crédito que recibe EEUU está llegando a los límites de lo posible. En consecuencia, no sería impensable un resultado similar sobre la Unión Americana y la Unión Europea. Los analistas mencionan la posibilidad de una fractura en la Euro zona. Los esfuerzos del Presidente Obama llamando a la unidad puede ser la voz de un “Gorbachov de Occidente”. Una nueva Perestroika parece vislumbrarse, pero esta vez en Occidente.

El conflicto en el Caucaso. Georgia, Osetia del Sur y el Mar Caspio

Rusia posiblemente ha venido sintiéndose estratégicamente mas amenazada, primero con las guerras de Irak, luego en el 2008 con los planes para invadir Irán, con el ataque a Osetia del Sur en Georgia, el ataque a Gaza, con el coqueteo de la OTAN, Estados Unidos e Israel con Ucrania, Checoslovaquia, los países Bálticos y Polonia, con la amenaza de instalar radares o misiles en Polonia y Checoslovaquia y con el conjunto de operaciones y ejercicios militares de Estados Unidos en todo el mundo.

Cuando la desmembración de la ex Unión Soviética, hubo un acuerdo con Rusia que la OTAN y occidente no manipularían a las ex repúblicas soviéticas y del pacto de Varsovia justamente para evitar que se cercara a Rusia y se colocara misiles más cercanos al país en las bases militares estratégicas de EEUU y sus aliados. No olvidan una vieja aspiración de los militares norteamericanos: Dar el “primer golpe nuclear” (“first nuclear strike”). Si Rusia lo permite, termina como potencia. Esto es un acuerdo estratégico que Rusia debe sentir que ha sido violado por Estados Unidos y occidente. De ahí la respuesta aplastante -como con un martillo- por tierra mar y aire sobre Georgia: Con ello Rusia procura lograr el desmantelamiento de las instalaciones militares desarrolladas con la cooperación de la OTAN, Israel y Estados Unidos. Algunas fuentes han sugerido que hubo alerta nuclear e incluso desplazamientos de baterías de misiles nucleares de mediano alcance de Rusia Si así fuera, significó poner una pistola sobre el pecho a Israel, Turquía, Grecia y otros países de Europa, suponiéndoles cómplices del ataque de Georgia sobre la frontera sur de Rusia y amenazando a toda la región del Caucaso.

La decisión de Checoeslovaquia en Marzo 09 de suspender la instalación en su territorio de los radares de misiles propuestos por la OTAN, podría ser una sabia decisión ya que bajaría las tensiones, de igual manera el llamado de Obama a Irán para comenzar una nueva relación. Habrá que ver en el futuro la reacción de las élites que controlan los bancos, las transnacionales del petróleo y el complejo militar industrial. La aceptación en Abril 09 de la incorporación a la OTAN de Albania y Croacia, con la presencia y acuerdo de Obama, significa por el contrario aprobar el avance hacia el este de la OTAN y constituye un punto crítico en la situación de seguridad entre Rusia y occidente.

Es obvia la interdependencia entre Rusia y Europa al recibir esta el 40 % del petróleo y el gas que consume a través del territorio Ruso. Lo anterior debería apuntalar la cooperación y distensión entre ambas partes, pero esto es contrario a los intereses mundiales unipolares y hegemónicos de Estados Unidos que ha procurado impedir esa cooperación. La construcción de oleoductos de gas y petróleo procedentes de los ricos campos petroleros del Mar Caspio, pasando por Georgia y de ahí a Europa vía Ucrania, el mar negro, Turquía e Israel, podría haber estimulado a la OTAN a apoyar la aventura de Georgia en Osetia del Sur a fin de ganar su independencia energética. Esta aventura puede darse al costo de detonar un conflicto militar regional de mayor magnitud, quizás hasta con armas nucleares, en el entorno europeo con unos Estados Unidos observando tranquilamente desde el otro lado del Atlántico como ocurrió durante la primera parte de la II guerra mundial (Ver Figuras 11 y 12)
Figura 11.-

Petroleo y teatro internacional de guerra
en el medio oriente y en Asia Central

Georgia esta en el centro de la antigua «Ruta de la Seda », hoy conformada por unos 17 estados desde Italia hasta Asia Central y China, sobre los que la OTAN y Occidente han extendido su influencia con obvios propósitos económicos y militares. Georgia es clave para el paso del petróleo y el gas con destino a Europa procedente del mar Caspio evitando el tránsito a través de Rusia, Irán es otra puerta de entrada a las riquezas de Asia central y Siberia (premios mayores en el conflicto). Georgia y los países al este son punto de partida para partir Asia en dos, China de un lado y Rusia del otro lo que abriría el camino a su posterior desmembración. Georgia es también clave frente a un posible ataque a Irán o un conflicto ampliado en el Cáucaso con Rusia. En este sentido, el ataque Ruso a Georgia bien pudo haber desmontado provisionalmente el ataque a Irán Todo esto debe ser percibido como una gravísima amenaza estratégica dirigida por Estados Unidos sobre estas dos potencias nucleares : Rusia y China.. (Ver figura 12).

Figura 12.-

Source : http://www.heartland.it/map_centro_asia_ring.html

LA GEOPOLÍTICA Y AMERICA LATINA

América Latina y el Tercer Mundo han venido transfiriendo su riqueza al mundo desarrollado. En 2005 el Prof. Bernard Lown-Boston-(IPPNW) (Harvard University) escribió: “El actual orden mundial es continuación del legado de Cristóbal Colon. La transferencia de riqueza comenzó con Colón, dio el músculo para la revolución industrial y ha sido la principal base para la prosperidad Europeo-Americana. Genocidio, pillaje y saqueo absoluto fueron reemplazados por la división global del trabajo que legitimó la extracción de la riqueza. Este sistema aún funciona. Los minerales, petróleo y otros recursos valiosos son comprados baratos mientras el norte vende su tecnología cara. Los ricos han entrampado a los países pobres en un endeudamiento interminable. Cito un reciente editorial del New York Times: “Los países Africanos gastan 4 veces más en pagar sus deudas que lo que invierten en cuidados de salud. Están atrapados en un escalamiento de pago de intereses que nunca tocan el principal. Nigeria por ejemplo, prestó $5 billones, ha pagado $16 billones y aún debe $32 billones”.

Algo similar hacen los banqueros en sus operaciones con los demás estados y ciudadanos individualmente a lo largo del mundo, sobre todo y con particular ferocidad en los países sub-desarrollados. Existe un sistema de “estafa” planificada encabezada principalmente por banqueros de Estados Unidos y sus similares en los demás países que hoy es global y afecta todos los niveles de la sociedad. Varios analistas señalan que entre 1990 y el 2002 América Latina transfirió un subsidio liquido a la economía de USA por unos dos billones (millones de millones) de Dólares; las 4000 empresas más rentables y estratégicas de América Latina pasaron a manos de Bancos y multinacionales principalmente de USA; mientras, los “surplus” del comercio con América Latina cubrieron más del 25% del déficit de USA con Asia y más del 50% con Europa, generándose la mayor concentración de ganancias del siglo 20 para las empresas de USA y el peor período de crecimiento para América Latina. La única salida para los países pobres es un nuevo sistema internacional justo o la “desconexión” del sistema perverso, lo que por hoy y por varias razones es muy difícil aunque no imposible, pues tiene que ver con el mecanismo más intenso de los seres humanos: “El instinto de sobrevivencia”.

Mientras el Norte exporta sus crisis al Sur, las capacidades del Sur para seguir subsidiando se agotan, la corrupción se convierte en mecanismo necesario del sistema, se promueven así la ingobernabilidad, los viejos apetitos dictatoriales y el caos en las sociedades del sur. Si la desconexión absoluta no es viable al ser condenado a la autarquía, un proceso de “desconexión-reconexión” con nuevas reglas del juego si lo es, una vez que América Latina actúe como un todo regional, comenzando por su integración a varios niveles hasta la integración total, desde México hasta Tierra del fuego. Debería manejarse como un proceso intrínsico regional, sin preferencias o alianzas militares con ningún otro poder mundial, con disposición a tratar con todos desde una prudente distancia para no caer en los “juegos de guerra” e intereses estratégicos de las grandes potencias. Aún así sería ingenuo pensar que sería fácil, por eso hay que evitar la retórica o la provocación innecesarias.

Para el caso de América Latina un proceso tal de transición pasa por conciliar y unir las iniciativas integradoras ya existentes en el continente en medio de una diversidad con distintos matices. Requerirá de la integración progresiva de mercados, readecuaciones y estandarización relativa de las economías, del desarrollo de instrumentos y mecanismos para la negociación, diplomacia conjunta frente a otras regiones, de un instrumento monetario y moneda única regional anclada en el oro o en minerales, materias primas producidas en la región. Requiere asimismo de instrumentos de intermediación y concertación, de la recuperación ciudadana de empresas en áreas estratégicas tales como energía, comunicaciones, agua, la banca, etc. Demanda de regulaciones a los flujos de capital internacional y la creación de una banca regional propia. Supone la creación de un sistema regional de solidaridad, asistencia y mitigación en casos de desastres naturales, de programas de inversión en el sector productivo, para el desarrollo social e infraestructura, de un instrumento regional para el desarrollo tecnológico y la investigación, de regulaciones y programas para la recuperación y preservación del medio ambiente, de regulaciones para parar la descapitalización permanente del sector financiero y comercial al sector productor de riqueza, de un sistema de prevención frente al cambio climático y el calentamiento global, entre otros.

En este proceso dos cosas son de trascendental importancia: a.) No incrementar recursos económicos significativos al sector militar, desviándolos del sector productivo hacia el sector improductivo de armamentos. Esto solo beneficia al complejo militar industrial internacional y desestabilizaría el actual balance de fuerzas en la región y b).- No poner en peligro los avances democráticos y por el contrario profundizarlos alejando el fantasma de las viejas dictaduras y caudillismos del pasado. En el primer caso, la defensa militar tradicional convencional o con armas de destrucción masiva no es posible frente al inmenso poder acumulado en armamentos de las grandes potencias. Además, la ciencia militar aún no ha descubierto como controlar inmensos territorios sin involucrar sus fuerzas de tierra. Esto se probó en Vietnam y continúa probándose hoy en día en Irak y Afganistán. La mejor defensa pues debe descansar en primer lugar en la inmensidad del territorio, en el desarrollo económico y la conciencia informada de libertad e independencia de la población más que en la fuerza bruta. En el segundo caso, el siglo pasado estuvo lleno de experiencias autoritarias y dictatoriales de izquierda y de derecha que deben ser evitadas a toda costa. En este sentido los avances en materia de democracia integral, justicia, libertad y la total vigencia de los derechos humanos no deben ser negociables, ni permitir a ningún gobierno conculcar o manipular tales derechos. Una sociedad civil activa, vigilante y consciente debe ser la principal garantía.

Detrás de los tratados o acuerdos comerciales desiguales amarrados con Estados Unidos y Europa deben leerse intentos de anexión a los intereses económicos ajenos que impiden la integración nuestra. Al mantenerse la desunión impide que América Latina se convierta en un interlocutor fuerte en la arena mundial y reafirmaría el proyecto unipolar de control mundial por parte de los grandes capitales del Norte. La lucha por la desconexión va en contra de los intereses foráneos. América Latina está en un proceso de desconexión de los intereses foráneos y con ello choca con los últimos. En este contexto debe comprenderse la decisión de Estados Unidos en el 2008 de desplazar su 4ta. Flota hacia aguas latinoamericanas. Se trata de las mismas viejas políticas de la “Zanahoria o el Garrote” con que EEUU defiende la “doctrina Monroe” (1823) de “América para los Americanos”. La vieja doctrina de “El Destino Manifiesto”, ha sido reforzada con la nueva del “Ataque preventivo” del Sr. G.W. Bush. Esto no es aceptable y debe ser opuesto.

Hay algo inevitable. Estados Unidos compartirá por siempre con América Latina el continente americano y lo sensato sería que aprenda a hacerlo sobre una base de respeto mutuo e intereses compartidos, en condiciones de igualdad, no impuestos y sin intervención. Esto fue la esencia del mensaje del presidente Obama a América Latina en Trinidad y Tobago. Si el nuevo gobierno de Estados Unidos con el Sr. Obama y la Sra Clinton plantean un cambio, entonces cabe bajar la retórica y hablar en un contexto hemisférico de “intereses compartidos” con independencia de las discrepancias que existan y pensamos que se debe construir este diálogo hemisférico. Entonces hay que aceptarlo, pero en serio.

Después de la administración Bush persiste aún la idea fundamentalista de un “Destino Manifiesto” que se remonta a John Colton en 1630: “Estados Unidos recibió de dios el derecho de regir los destinos de la humanidad y de ser el policía del mundo”, reafirmado luego por otros como John L. O’Sullivan cuando la anexión de Texas y Oregón en 1845: “Nuestro “Destino Manifiesto” es extendernos por todo el continente”. Después en 1967 durante la guerra de Vietnam, Ronald Steel describió a Estados Unidos como “El imperialismo benévolo de la Pax Americana” única superpotencia con poder económico, militar, capacidad y el “juicio” necesarios para poner orden en el mundo. América Latina jamás debe aceptar tales postulados con independencia de la orientación política o ideológica de sus gobiernos de turno.
Importancia estratégica de América Latina en la actual coyuntura.

Con la segunda guerra mundial, Estados Unidos se vio aislado de sus fuentes de materias primas y mercados de ultramar por la flota Alemana en el atlántico y la Japonesa en el pacifico. Entonces enarboló la “Política del Buen Vecino”, no más intervenciones militares y exigió de América Latina ser un aliado incondicional en el esfuerzo de la guerra contra Hitler y Japón. Sin embargo, luego de la guerra desarrolló un plan Marshall para Europa, mientras fomentó una era de dictaduras brutales e intervenciones en América Latina. La persistencia del bloqueo contra Cuba es el símbolo que persiste de esa conducta. El costo de tal intervencionismo fue impedir el desarrollo democrático y autónomo, promover el atraso crónico, la masacre de generaciones de latinoamericanos y el saqueo a la región. Estos hechos están detrás de la desconfianza latinoamericana actual frente a Estados Unidos. El perpetrador quiere que olvidemos, pero la víctima no olvida tan fácilmente.

Con Estados Unidos nuevamente en crisis, el presidente Obama se dirigió a la región en la quinta cumbre de las Américas de la OEA en abril 09 con una retórica cordial y conciliadora llamando a la unidad, al progreso común y a la alianza hemisférica. La lógica de Roosevelt y el New Deal como la de Obama hoy pueden ser las mismas: Roosevelt percibió un futuro conflicto de gran proporción en Eurasia, la II guerra mundial y necesitaba tener en calma y como aliado incondicional a su “patio trasero”, la “reserva estratégica” de Estados Unidos. El Pentágono debe haber percibido con preocupación el reciente periplo de una flota Rusa en el Caribe y la creciente presencia de Europa y Asia en la región, por lo que habrá quizás llegado el momento de revitalizar nuevamente la doctrina de “América para los Americanos”, olvidar el pasado y replantear la alianza hemisférica vertical de antes. La 4ta flota enviada en el 2008 a América Latina y la retórica de Obama en Trinidad y Tobago en Abril 2009, nos recuerdan la política de la “Zanahoria y el garrote”: “Speak softly and carry a big stick”.

América Latina ha respondido positivamente a esas declaraciones de intención del presidente Obama y las de la Sra Clinton, pero no sin reservas por los antecedentes históricos y ha respondido con una primer demanda unánime: La suspensión del bloqueo ilegal a Cuba y no mas intervención en los asuntos internos de los países, un costo menor si se piensa en términos de sus ventajas ante un posible conflicto de mayor envergadura en Eurasia. Entonces, ese comienzo nuevo y esa nueva alianza solicitada por Obama debería implicar de forma reciproca el no obstaculizar la integración, la independencia y autodeterminación total de América Latina, para que pueda tratar en condiciones de “socios” iguales con Estados Unidos y con otros poderes mundiales. La crisis se torna, en otras palabras en una oportunidad de cambio para América Latina. Si en tiempos pasados tuvieron que ir contra viento y marea para lograr sus políticas para un proceso más endógeno, la crisis parece dar viento en popa a los mismos. En la mayor crisis de su historia, una alianza de cooperación respetuosa hemisférica sobre temas muy puntuales podría ser más útil para todas las partes, Estados Unidos incluidos.

La Crisis como Oportunidad para América Latina

Terminada la segunda guerra mundial, con la ‘regulación económica’ los términos de intercambio se deterioraron sin cesar en detrimento de los países sub desarrollados y generaron un creciente flujo de riqueza del sur al norte y el control del norte sobre el sur. La vida media de los productos de consumo duradero y maquinarias fabricados en el Norte se acortaba sin cesar, acelerando la realización de la masa de ganancia, aumentando la tasa. La vida media de las materias primas y de los productos agrícolas en cambio no se dejaba acortar. Habría que vender más para poder seguir comprando los productos del Norte generando una sobreoferta y con ello un precio por debajo de su valor. Mientras en los años 50 diez quintales de café de Nicaragua, Ecuador, Colombia, México o Brasil compraban un Jeep de USA, hoy se necesita 20 veces más café, siendo la diferencia una transferencia neta de riqueza del sur al norte y de igual manera con el resto de productos. Hacia fines de los años sesenta, el keynesianismo se había agotado. En el ámbito productivo del Norte, bajaba la tasa de ganancia. La respuesta fue el neoliberalismo. Con ello se desplazó progresivamente la inversión de capital del sector productivo al improductivo y en consecuencia también cambió el carácter y el propósito de los flujos de capital. El capital financiero, la especulación, corrupción, generación de burbujas especulativas son la consecuencia. Ante la creciente crisis, la guerra toma el comando del sistema hundiendo más al trabajo productivo, la producción de riqueza y en consecuencia al crecimiento económico real.

El hecho es que el derroche de las élites del Norte pretende sostenerse una vez más sobre los hombros de los países subdesarrollados y los sectores pobres y medios de todas las naciones. Actualmente el 20% de la población mundial concentrada en el Norte, consume el 80% de los recursos naturales. La actual crisis refleja también el agotamiento de la capacidad de adaptación y compensación de un sistema en enfermedad terminal, que tiene ya consecuencias dramáticas en América Latina. Ningún país escapará de la crisis y ningún sector, con independencia de su color, clase social, raza, religión, ideología o cultura –excepto tal vez selectas minorías. Ante tal situación, las élites de los países ricos parecen prepararse para una nueva aventura bélica de grandes proporciones al no encontrar más instrumentos para resolver la crisis. En consecuencia, América Latina deberá procurar mantenerse al margen de tales aventuras.

La región se encuentra entonces en una encrucijada entre su eterna subordinación y transferencia permanente de riqueza a los países ricos y su propia sobrevivencia y proyección futura con sus propios recursos. Lo anterior no significa en medida alguna que se deba aislar del resto del planeta ni que deba promover confrontaciones innecesarias con Estados Unidos u otro poder mundial. En nuestra opinión los líderes latinoamericanos deben actuar con gran prudencia en las relaciones internacionales con los demás países para no facilitar reacciones indeseadas.

A pesar de la prolongada depredación, América Latina tiene aún todo lo necesario para sobrevivir con dignidad y resolver sus propios problemas en el siglo 21, sin quitar nada a nadie en otras regiones del mundo. Cuenta con todos los recursos necesarios para ello: Combustibles fósiles, fuentes de energía renovable, minerales y materias primas, agua, tierras fértiles, gente para cultivarlas, una de las más grandes reservas de biodiversidad del planeta, condiciones optimas para la producción de energía no contaminante, baja concentración poblacional, capacidad y condiciones climatológicas para producir todos los alimentos que se producen en el resto del mundo, idioma y cultura comunes. Con los esperables cambios climatológicos derivados del calentamiento global, la extensión y diversidad del territorio permitirá que unas sub-regiones asistan a otras en momentos de desastres o con afectaciones transitorias. Es por ello que América Latina necesita organizarse como un todo en democracia y libertad y desarrollar la solidaridad para asegurar la sobrevivencia, la seguridad y el progreso común de sus habitantes. Pero además, para acudir en apoyo a otras regiones del planeta.

Razón de fondo en la presente crisis de Estados Unidos y del mundo ha sido el abandono a los fundamentos básicos de la economía: La producción de riqueza real clave de toda economía sana, algo que América Latina debe revisar con prontitud. Los banqueros encabezaron la formación de una economía parasitaria y crearon el fundamentalismo del dinero. Esto ha provocado que todo el sistema demande cada vez más de subsidios de riqueza productiva generada en el Sur esparciendo más pobreza. Al no ser sostenible, la consecuencia es el presente hundimiento del sistema en primer lugar en Estados Unidos que es el centro del capitalismo mundial. Esta catástrofe comenzó muchas décadas antes, lo sabían y lo ocultaron. Hasta el mismo Milton Friedman cerebro de la escuela de Chicago afirmó que: “Las economías subsidiadas no son sostenibles”.

Finalmente, como consecuencia de la guerra fría, el campo socialista del siglo XX fracasó y el capitalismo del siglo XX hoy en día también. Términos como el socialismo o el capitalismo del siglo XXI están por definirse aún y lo que hay en concreto son las experiencias positivas y negativas heredadas del siglo XX sobre las cuales es posible trabajar para construir un proceso de transición hacia un mundo mejor. Varias experiencias y fenómenos políticos y sociales que se han venido operando en América Latina en los últimos años son notables y con diferentes matices y perspectivas diversas apuntan al surgimiento de una nueva vía y una nueva propuesta para el mundo. América Latina debe sin embargo evitar que en estos procesos se injerten las viejas tendencias individualistas, oportunistas, caudillistas y autoritarias del pasado que siempre terminaron engañando, traicionando o sojuzgando a sus pueblos.

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Categorías: Articulo Especial
  1. Luis
    junio 4, 2009 a las 11:39 am

    Muy pocos sostienen que estamos frente a una gran depresión. A decir, la 1ra. del siglo XXI. Uno de ellos es el profesor Anwar Shaikh, véase una entrevista en:

    http://www.criticadelaeconomia.blogspot.com

  2. junio 5, 2009 a las 3:35 pm

    Excelente este articulo, estoy en Venezuela y quiero compartir la construcción del Socialismo Bolivariano con ustedes revolucionarios, cuando tenga lista una obra revolucionaria que estoy concluyendo quiero compartirla para que me ayuden a promocionarla en toda latino america y el caribe.
    Patria , Socialismo ó muerte » VENCEREMOS»

  3. calicobolico
    junio 16, 2009 a las 4:13 pm

    Miren esta galería de imágenes del proceso electoral y las protestas, les gustarán

    Irán, muy triste…

    Saludos

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